Calle y Poché, Un Amor Femenino

        Calle y Poché         Se conocieron cuando eran unas niñas de 8 y 7 años e  ingresaron a Misi Producciones. Y aunque durante su infancia compartieron muchos momentos, fue hasta la adolescencia cuando se convirtieron en las mejores amigas. 

 

 El cómplice de esta amistad? El mismísimo Justin Bieber: era su primera visita al país, y Poché tuvo la ocurrencia de preguntar en un grupo que tenían en común (llamado Los Pollitos) que si alguien quería hacerle seguimiento el día de su llegada, y nadie, excepto Calle, respondió.
Fue así como una tarde cualquiera de octubre del 2013, María José (Poché) y Daniela (Calle) se encontraron ‘por primera vez’ y comenzaron esta bella aventura en la que se convirtieron en amigas entrañables y donde nació el amor, casi sin que se dieran cuenta.

 “Ese día fue una locura. Estuvimos en muchos hoteles hasta que encontramos a su grupo de bailarines y supimos a qué hora llegaba el avión. Nos fuimos hasta el hangar y después de mucho esperar, el guardaespaldas privado de Justin nos dio boletas VIP para ir al concierto. Dos días después, estábamos juntas en el concierto, y desde ahí no nos volvimos a separar”, cuentan las reconocidas youtubers.

 

 Ellas tienen la habilidad de contar su historia a dos voces, se ceden la palabra de manera implícita y tejen lo que para ellas representa el inicio de su amor.


De ahí en adelante comparten todo y se gozan cada día; se alternaban para dormir cada noche en la casa de una o de la otra y así pasar más tiempo juntas. “Incluso, en nuestro grupo de amigos escuchábamos comentarios como: ‘¿Y Calle y Poché van a venir?’ o ‘¿Alguien sabe en qué andan Calle y Poché?’. En ese entonces éramos solo las mejores amigas”, dice Calle. Cuando tenían 19 y 18 años coincidieron en un viaje a Cartagena que fue definitivo para ambas. “Tomé la iniciativa y la besé, y fue muy raro porque nunca había besado a nadie, pero sentí la necesidad de hacerlo. Estaba muy consternada, no podía creer que me sintiera atraída por una mujer”, indica Poché.


Para Calle fue un poco más sencillo, porque cuando tenía 13 años se besó con otra niña, pero sí le parecía extraño que en esta oportunidad fuera precisamente con Poché. “Creo que en el fondo, en lo más profundo sabía que me gustaba, pero obvio no me atrevía a decirlo”, revela.


La etapa de la confusión
Los encuentros continuaron, pero para ninguna de las dos era claro lo que estaba ocurriendo, por eso acordaron que cuando alguna de las dos involucrara sentimientos, las cosas terminarían. Eran amigas con derechos y ya, y así fue durante un año completo.
“Pero llegó lo inevitable: ambas sabíamos que queríamos estar juntas en algo más serio, pero no había claridad y no queríamos confundirnos más. Lo hablamos muchas veces, hasta que no me aguanté y le pedí que fuera mi novia, y ella aceptó”, narra Poché. En diciembre celebrarán dos años de noviazgo.


Lo más complicado 
Lo que pasó después fue, tal vez, lo más difícil del proceso: contarles a sus familias y a sus amigos más cercanos. “A la primera persona que le dijimos fue a mi hermanita (15 años) y lo tomó muy bien; me dijo que lo único que le preocupaba era que nos comportáramos de manera diferente fretne a ella, pero al día siguiente, cuando nos vio juntas siendo las mismas de siempre, se tranquilizó”, narra Poché.


  

Su papá también fue muy comprensivo, pero no ocultó sus inquietudes: no quería que saliera lastimada en caso de que Calle no le correspondiera, pero al saber que era mutuo y que se amaban, se tranquilizó.
“En mi caso no fue tan fácil. Aunque mi tía, mi hermana y mi papá lo tomaron bien y se mostraron serenos y comprensivos, mi mamá no: se sintió engañada. Recuerdo que un día me preguntó si me gustaban los niños y yo le dije que sí, porque es verdad, pero no me preguntó si me gustaban las niñas. Y como todo esto se dio cuando ella ya vivía en Estados Unidos, no tuve el valor de llamarla para contarle; lo hice por chat y, obvio, se molestó mucho, se puso a la defensiva y cambió mucho con Poché, lo que es muy triste porque antes eran muy amigas”, recuerda la joven.


Pasaron cuatro o cinco meses antes de volver a hablar con ella, hasta que un día recibió una llamada suya. “Me dio mucho miedo contestar, pero lo hice y la escuché tranquila, feliz de oírme y de hablarme, me ofreció excusas por las cosas que habían pasado durante estos meses y también a Poché. Desde ese día las tres tenemos la mejor relación del mundo, la visitamos con frecuencia y sabemos que nos apoya y nos ama, al igual que su esposo”, asevera Calle.

Pasaron cuatro o cinco meses antes de volver a hablar con ella, hasta que un día recibió una llamada suya. “Me dio mucho miedo contestar, pero lo hice y la escuché tranquila, feliz de oírme y de hablarme, me ofreció excusas por las cosas que habían pasado durante estos meses y también a Poché. Desde ese día las tres tenemos la mejor relación del mundo, la visitamos con frecuencia y sabemos que nos apoya y nos ama, al igual que su esposo”, asevera Calle.
                    

Los amigos de la vida y de la red
Ambas sabían que había llegado el momento de compartir este secreto tan lindo a otras personas importantes en sus vidas y comenzaron por algunos de sus amigos más cercanos; todos reaccionaron con mucha alegría y las felicitaron. Ahí decidieron hacer el video para contárselo al mundo. “Lo hicimos por varias razones: queríamos vivir nuestra relación con normalidad y además sentíamos que teníamos una responsabilidad con otros jóvenes que podían estar en la misma situación de nosotras, y con los padres, que de pronto no saben cómo apoyar o entender a sus hijos”, asegura Poché. 


“Fue muy emocionante ver las respuestas de nuestros seguidores, eran muy positivas, nos enviaron mensajes de cariño y respaldo. Incluso, quienes no estaban de acuerdo nos dijeron que respetaban profundamente la decisión y el valor de contarlo”, indica Calle.
“Creo que el aprendizaje más importante para las dos fue que cuando comunicas algo desde el amor, la respuesta siempre será positiva”, concluye Poché.
Hoy, este dúo dinámico disfruta el amor y la amistad que han construido y, por supuesto, sus éxitos profesionales: trabajan en un proyecto que incluirá actuación y baile, además preparan un evento para conocer a sus fans, hablar con ellos y seguir creciendo como seres humanos, como mujeres y como emprendedoras del mundo digital.


Poché tenía un chico del que estaba enamorada y Calle estaba saliendo con otro. Cuando tenían 19 y 18 años, les salió un viaje a Cartagena. Fueron junto a Alejo, amigo de las dos. Durante ese viaje, y en medio de los festejos porque Colombia había ganado el Miss Universo, Poché besó a Calle: “Tomé la iniciativa y la besé, y fue muy raro porque nunca había besado a nadie, pero sentí la necesidad de hacerlo. Estaba muy consternada, no podía creer que me sintiera atraída por una mujer”, indicó Poché.

Pero no fue tan simple como parece. Ambas estuvieron 15 minutos estáticas, sabiendo lo que iba a pasar. Al día siguiente, sucedió de nuevo. Sin embargo, cuando volvieron en el avión, Poché le dijo a Calle que estaba muy confundida: “Yo sentía que a mí me estaba empezando a gustar Calle, pero me dio demasiado miedo”. Al volver a Bogotá, Poché quiso usar como salvavidas al chico con el que salía, pero no le resultó porque sentía que le gustaba Calle aunque sus pensamientos quisieran negarlo.

                                        Resultado de imagen para calle y poche cuando inicio su relacion

 

Comentarios